Zara y Santiago jugando a pillar por toda la casa.
Cuidado con las puertas del armario del salón.
Y con dejarse los lápices de colores por ahí... tirados.
La banda sonora de Piratas del Caribe cortando la tarta.
Un traje color champán
y unos zapatos perdidos al fondo del armario.
Caudete en primavera
mientras paseamos por el paseo de la mano.
Mil ochocientos veintiocho días casados.
Te quiero no es igual a te amo.
Un viaje a Bogotá.
Bautizarnos el mismo día.
Paciencia, tranquilidad, estabilidad, sosiego...
Un bote de pintura XV-88.
El whatsapp y un par de telenovelas matinales.
Castle y Beckett. Un bebé por minuto y supernanny.
Café soluble con leche caliente.
Tres vasos de arroz por uno de arroz.
Aguacates, ajiaco, sancocho y patacón.
Mezclar la cocacola con cerveza y la leche con el zumo.
Hacer el amor.
Sueños con Miami y Fort Lauderdale.
Que a Zara no le pongan un punto rojo en el cole, por favor.
Y que Santi coma un poco más, que está flacucho como su padre.
Poeta,
escritor,
camarero
y marido de Andrea Velásquez.
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